Cosa de Pueblo

Gracias por visitar el blog! Intentamos desde aquí, realizar una modesta recopilación de anécdotas, relatos, historias de nuestros pueblos y sus incomparables personajes, que desde pequeños hasta hoy, seguimos oyendo y nos causan tanta gracia. Si querés participar con tu recuerdo, envia un mail a: materialdepueblo@yahoo.com.ar Nota: Pedimos disculpas si alguien se siente ofendido por los relatos y/o nombres vertidos en este blog, no es nuestra intención. Gracias por su comprensión.

miércoles, marzo 28, 2007

Bombacha bataraza

Esto dicen que ocurrió hace muchos años en la zona de San Marcelo, época en la que, en una zona comprendida en pocos kilómetros alrededor de la escuela, había realmente un gran grupo de gente entre propietarios, puesteros y hacheros de los montes cercanos.
En una oportunidad un joven de apellido Cantelmi, se llegó a tomar unos mates a la chacra de don Julián Barreña presentándose como amigo de los hijos varones de este Sr., pero quizás con algún interés en las hijas, las cuales ya estaban -como se decía en esa época- ''en edad de merecer''. La cuestión es que este joven (que estaba vestido con las clásicas bombachas ''batarazas'', muy usadas en esa época) estando sentado muy de piernas cruzadas en la cocina, descubre al mirar para abajo que tenía desprendidos dos botones de su bragueta, entonces de forma disimulada y mirando para otro lado decide prendérselos, pero con la mala suerte de que que, haciendo esto al ''tanteo'' lo que prendió fueron dos botones de la presilla inferior de la pierna de sus bombachas, quedando así totalmente ''maneado'' pero sin percatarse del inconveniente. Todo siguió sin problemas, pero en un momento de la mateada se vuelca una olla con leche que hervía en la cocina económica y el joven, comedido, intentó levantarse para colaborar, pero lo único que logró fue enredarse las piernas y volcar completa la olla de leche hirviendo ensuciando asi todo el lugar.

Adrián.

domingo, marzo 18, 2007

Al paso en Huinca (En una farmacia)

Conversación entre clientes:

-Che, yo no se, pero... ¿Qué carajo tiene que ver el sorgo, el maíz, el trigo, con el asesino "cereal" en Córdoba?

"Bolita" en la estación

Hace unos años, en la estación de servicio ubicada en la entrada de Quetrequen (perteneciente a Julio Moyano y su esposa) trabajaba el conocidisimo Hugo '' Bolita'' Salvucci, quien joven aún, nos dejara hace muy poco tiempo y de quien jamás olvidaremos sus ''mentiras'' e increibles historias.

En una oportunidad -cuando recién se estaba conociendo la cerveza Budweiser-, llega a la estación de servicio un auto y abriendo el vidrio el conductor le pregunto a ''Bolita'': -¿Trabajas budweiser? y este sin tener ni idea, le respondió: -Únicamente contado, tarjeta de credito nada.

En otra ocasión mientras otro empleado cargaba combustible, entra una mujer al minimercado y le dice a ''Bolita'': -¿Tendrás un toilette? y para salir del paso este le respondió: -No Señora, esta tarde vendi el último.

Adrián.

sábado, marzo 10, 2007

Rápidos en Parera

Hablando de rápidos para salir airosos, esto le sucedió a un practicante del viejo deporte de la trampa.
En una oportunidad este Sr. aprovechando una salida monentanea de su Sra. salió en la camioneta rumbo al campo no sin antes pasar a buscar una ''amiga'' -bastante mas joven que el- la cual lo solía consolar en las solitarias siestas rurales. Ya con la amiga en el vehículo al doblar una esquina, se encuentra sin ni siquiera pensarlo con su esposa que venia caminando, y muy rápido de reflejos paró y le dijo: -¡Subí vieja , subí! ¡La piba se descompuso y la estoy llevando al hospital , vamos que después te llevo a casa! Y se fue con su esposa, dejando a la amiga en la guardia del hospital.

Teníamos también por aquí a un señor, cuyo nombre no se divulga (lástima que en estos casos haya ''secreto de sumario''), aficionado a la antiquísima trampa con el personal doméstico que siempre vio facilitado su accionar por la credulidad total e incondicional de su esposa.
En una oportunidad habían contratado una mujer de los pagos de Nueva Galia, excelente empleada pero quizás un poco ''glotona para el amor''. Esta señorita vivía en la llamada habitación de huéspedes, al fondo de un largo pasillo en cuya otra punta estaba la habitación matrimonial, distancia que le daba seguridad al señor en cuestión, para hacer sus sigilosas visitas nocturnas luego de que su señora conciliara el sueño. Pero una noche hubo un imprevisto, su esposa se depertó sobresaltada y al no encontrar a su marido a su lado, salió al pasillo en momentos que su marido regresaba ya con el hecho consumado. Este a penas la vió, en una actitud digna del mejor actor, levantó sus brazos, entrecerró los ojos y empezó a murmurar incoherencias, la señora lo tomó de la mano, lo acompañó despacio a la pieza y cuando lo acostó, le dijo: -¡Papi! ¡35 años de casados y recién ahora me entero que sos sonámbulo!

Adrián.

jueves, marzo 08, 2007

Rápidos para salir airosos

Existen personas que ante situaciones comprometidas, lejos de arrebatarse, saben salir airosos o al menos intentan eso, utilizado su ingenio con una capacidad asombrosa de inmediata respuesta.
Lo que voy a relatar a continuación son dos hechos que sucedieron en Huinca Renancó. Ellos tienen mucha similitud entre si, ya que son hechos amorosos, ligados al engaño, a la “trampa”. Particularmente, los dos personajes de estas historias vivían en la misma cuadra, eran señores de una edad ya avanzada, y engañaban a sus señoras esposas aventurándose en una carrera de pasión con la “Chica de la limpieza” o con el “Personal de servicio doméstico” como se denomina ahora.
Cierto día, la señora de uno de estos personajes debía ir (por alguna cuestión) a la ciudad de Río Cuarto, entonces le pidió a su marido que la llevara hasta la Terminal de ómnibus. Llegaron a la Terminal, la señora se bajó del vehículo y a penas sucedido esto, el hombre no pudo aguantar sus deseos de volver a su casa, ya que este, sabiendo del viaje de su señora, había ultimado todos los detalles para lo que seria un día de pasión total y sin esperar que el colectivo viniese se fue del lugar. Resulta que el colectivo que llevaría a la señora tubo desperfectos técnicos y por ende se postergó el viaje. Enterada de lo sucedido, la mujer tomo un remiss y se volvió a su casa. Cuando llegó, encontró el siguiente cuadro: El, semi desnudo y la señorita con una de las prendas en las manos y antes que alguien dijera algo, el señor puso cara de enojado y levantando la voz, dijo: -¡Vieja! Menos mal que viniste, ¡esta degenerada mira lo que me estaba haciendo!, no le da vergüenza, aprovecharse de un hombre mayor…
En el otro caso, la señora salió pero no se iba a otra ciudad sino a un Vía Crucis que organizaba la parroquia local. Entonces el señor aprovechó la situación para “revolcarse” con la sirvienta en su cama matrimonial, a el nadie lo descubrió en el acto, pero para desgracia la señorita llevaba una cadenita en su cuello que, entre “arrumacos” y cariños, se desprendió cayendo debajo de las sábanas y ninguno de los dos se dio cuenta. La esposa llegó a la casa y todo siguió con total normalidad, hasta que, después de cenar, se alistaron para irse a dormir. Entraron los dos a la pieza y la señora, como era costumbre destendió la cama y para sorpresa de los dos, apareció la cadenita de la virgencita, pero el, astuto y a sabiendas de las creencias de su esposa comenzó a gritar: -¡¡¡Milagro!!! Vieja, ¡¡¡Milagro!!!
Dicen que días después fue la dueña de la cadena a reclamar lo que era suyo, pero ahí ya no se lo que pasó.

Gerar.

miércoles, marzo 07, 2007

El latiguillo de Laureano

El Sr. Mariano Laureano Blanco tenía un latiguillo que usaba, y mucho, en sus conversaciones. Ese era la conocida frase "Me c... en Dios " y el que era una persona muy católica no la usaba para ofender ni herir a nadie, solo que se le había hecho una costumbre y la repetía sin pensarlo. En una oportunidad viajó a Mendoza con su Familia, y entre otros lugares, visitaron el Cristo redentor cosa que a don Laureano, quien era hombre de llanura, no lo convenció del todo debido a su recelo por las montañas.
Días después de su llegada a Parera concurrió a una cena organizada por la comisión de la iglesia en honor de un Obispo que estaba de visita en el pueblo, comisión de la que su señora esposa era integrante. Al acomodarse el grupo en las mesas dispuestas para la cena, dio la casualidad que don Laureano quedó sentado frente al obispo con el cual inició una muy entretenida charla, pero en un momento el Obispo, enterado de su viaje a Mendoza le preguntó: -Me enteré que visitó el cristo redentor, ¿Qué le pareció? y don Laureano con toda franqueza le respondió: -El cristo muy lindo, pero para llegar arriba nos re c... en Dios.

Adrián.

sábado, marzo 03, 2007

Araña grandecita

En el famoso boliche de "bochita" Contreras, un amigo comentó mientras veía un documental sobre arañas en Discovery Channel: -Yo en san marcelo (los montes que quedan a unos 10km de parera) vi arañas mucho mas grandes que esas, con decirles que un día entro una al cuadro chico de los chanchos y estuvo ahi hasta que le abrimos la otra tranquera por que no pudo cruzar por el alambrado.

Adrián.