Cosa de Pueblo

Gracias por visitar el blog! Intentamos desde aquí, realizar una modesta recopilación de anécdotas, relatos, historias de nuestros pueblos y sus incomparables personajes, que desde pequeños hasta hoy, seguimos oyendo y nos causan tanta gracia. Si querés participar con tu recuerdo, envia un mail a: materialdepueblo@yahoo.com.ar Nota: Pedimos disculpas si alguien se siente ofendido por los relatos y/o nombres vertidos en este blog, no es nuestra intención. Gracias por su comprensión.

lunes, enero 29, 2007

Gran Caballo

Según cuentan compañeros de trabajo de Realicó, tenían por allí a un viejo tropero jubilado que en lo referido a su antigua profesión, narraba numerosos cuentos en los que el siempre era el principal protagonista, y se había ganado gracias a eso una merecida fama de exagerado.
En una ocasión en que se hablaba de buenos caballos para tirar de los sulkis el hizo el siguiente comentario: -Yo tuve en una ocasión un alazán grandote que era lejos lo mejor que he visto en mi vida como troteador para el sulki, con decirle que una mañana lo ate al sulki y me fui para una quinta donde tenía los demás caballos, pero al llegar me encontré con que me habían abierto la tranquera y los animales habían desaparecido. Me acuerdo que ese día había una neblina tremenda, no se veía ni a veinte metros, entonces empecé a seguir los rastros de los caballos que salían para el naciente por la calle que costea la vía y como se veían los rastros bien clarito lo deje al alzan que trotara a toda velocidad durante un buen rato y cuando me avive, entre la neblina, ni sabia donde estaba, entonces saque la cuenta, si doblo para la derecha en cuanto camine un poco llego a la ruta 188, y así hice, y en cuanto llegue al asfalto lo primero que vi era un cartel que decía: Gral. Villegas 6 Km. (De Realicó a Villegas hay casi 120 Km.)

Adrián.

martes, enero 23, 2007

Trago raro

Allá por el año 91’ y hasta el 93’ o 94’ funcionó en Parera un boliche que, primero con el nombre de "Graffiti" y luego como "La disco", llenó un pequeño espacio de tiempo en la juventud y, como no podía ser de otra manera en estos lugares, dejo un puñado de anécdotas que como los buenos vinos Irán mutando y mejorando con el tiempo. Los dueños de este lugar eran tres jóvenes del pueblo, Mariano Scrimaglia, Javier Barrio y Hugo Boyero.
En los primeros tiempos en este lugar bailable, muchas de las cosas se hacían totalmente a pulmón ya que no se tenían grandes conocimientos del rubro. Es así que en una ocasión Hugo se encontraba a cargo de la barra, contiguo a esta tenían un pequeño lugar que hacia las veces de guardarropa, donde las prendas una vez sacadas de la vista del usuario se guardaban -sin demasiado orden que digamos- en este escondrijo. Esa noche, ya bastante tarde, se arrima una joven a la barra y dirigiéndose a Hugo, le pide lo siguiente:
-¿Me podes traer un cardigan? A lo que este, sin entender lo que le estaban solicitando, le contesta:
-Como no, ya te lo alcanzo. Se da vuelta, entra en la cocina y le pregunta a Gaby (el lavacopas):
-¿Vos tenés idea de como se prepara un cardigan? Y Gaby, sin preocuparse demasiado, responde:
-¡Ni idea¡ Pero hacelo como quieras que a esta hora ya toman cualquier cosa. Hugo sacó un vaso trago largo, le puso un rolito, cuatro licores de colores bien distintos, le colgó una sombrillita de plástico y salió para la barra con aires de total suficiencia y entregó el trago diciendo:
-son 6 pesos. La joven, que no podía creer lo que veía, le dijo:
-¿Qué haces? ¡El cardigan es un abrigo y cuando llegué se lo entregué a mariano!

Adrián.

martes, enero 16, 2007

Al paso en Huinca (Conversaciones)

De una señora a otra.

-Hay no sabe, mi Hijo se compró un auto increible.
-A si?. Responde la otra señora.
-¡Si, impresionante!, con techo "vitivinícola" y palanca al piso!

A falta de oxígeno, Botas de fierro

En una ocasión, en unos de los tantos y maravillosos asados de Parera, entre charla y charla, se instaló el tema de la falta de oxígeno debido a la altura. Habían algunos que comentaban experiencias de apunamiento que habían tenido en varios lugares del país; por supuesto que Don Sarabia no podía ser menos que nadie, así que empezó comentando: -Cuando yo hice la "colimba" de paracaidista, allá en la cordillera de los andes, había tan poco oxígeno por la altura que había veces que nos tirábamos del avión y el paracaídas se abría, pero los que éramos mas flacos nos quedábamos arriba y no bajábamos por horas enteras, llegaban al suelo los mas gordos y les avisaban a los jefes que nosotros no íbamos a llegar por un rato, y a veces no llegábamos ni para comer. Al darse cuenta que la mentira había sido muy grande y nadie le creía Agregó: -Eso fue por un tiempo no más por que después nos pusieron "botas de fierro" y llegábamos todos juntos.

Adrián.

lunes, enero 08, 2007

Enanito verde

Esta es una de las tantas "historias" del Sr. Sarabia, el mismo que tenia una chancha que se murió de sueño.
Hace casi un año cuando mucha gente vio y mucha mas gente creyó ver luces en el cielo y otras yerbas (incluso tuvimos un caso de encuentro cercano) Sarabia que siempre tiene alguna historia para superar a los demás comentaba:
-Yo no se que joden tanto con los enanitos verdes esos, yo una vez casé uno y no anduve haciendo tanto alboroto.
-¿Cóooomoo? fue la pregunta general, ya que el hizo esta aseveración el la cola del súper y con bastante gente.
-Si, nada del otro mundo, hace unos años en el campo de Bongiovanni yo andaba en el tractor y capturé uno entre unas plantas.
-¿Y qué hizo? Le preguntaron unas mujeres ansiosas de cuentos.
-Nada, yo me lo lleve para la casilla por que me lo pensaba comer, pero mirándolo bien vi que era re fiero, era como de una gelatina verde vio, así que lo metí vivo a la heladerita y ahí lo tuve un tiempito sin saber que hacer, pero un día me cansé y lo largué.
-¿Yyy? Preguntaron a coro los clientes del mercado.
-Uuh, si viera, cuando lo solté salió rajando, ni se donde se metió.
Una de dos, o estamos ante la mentira del siglo o nos perdimos el descubrimiento del siglo.

Adrián.