Cosa de Pueblo

Gracias por visitar el blog! Intentamos desde aquí, realizar una modesta recopilación de anécdotas, relatos, historias de nuestros pueblos y sus incomparables personajes, que desde pequeños hasta hoy, seguimos oyendo y nos causan tanta gracia. Si querés participar con tu recuerdo, envia un mail a: materialdepueblo@yahoo.com.ar Nota: Pedimos disculpas si alguien se siente ofendido por los relatos y/o nombres vertidos en este blog, no es nuestra intención. Gracias por su comprensión.

miércoles, enero 18, 2012

Grata sorpresa en la despedida

El viernes pasado me encontré con una grata sorpresa que tiene mucho que ver con el espíritu de este sitio.
Un compañero, que luego y con el pasar del tiempo, mas los momentos vividos, se transformó en amigo. Por motivos laborales y de crecimiento a nivel personal y profesional, ya con algo medio armadito, partió hacia el país del norte.
Decidió entonces -me parece que mas decidieron los amigos- aprovechando que justo uno de ellos cumplía años, sumar festejos y así también mechar la despedida.
Raro que se hiciera algo por aquellos lares, si había algo que le recriminábamos siempre era que nunca organizaba algo en su terruño. Organizar algo para los de acá, los del grupo del trabajo. Pero bue, nunca se dio. De echo jamás vimos a la familia y a los amigos. En todo el tiempo transcurrido solo le conocimos alguno, casi al azar. No mucho más... Hasta esta fiesta.
El es de la zona de Pilar, y hasta allá tenía que viajar, medio a trasmano porque aparte no era en el centro si no en una quinta. Y emprendí el viaje, solo. Lamento que faltaron tres mas del grupo. Va, no lo lamento porque si no hubiera sido distinto, porque son un cachivache...Va, somos juntos un cachivache. Hubiera sido lindo que estuvieran. Pero bueno se dio así. Solo sabía que había ido una compañera y amiga del trabajo, nadie más de los conocidos.
Resulta ser, que después de dar unas vueltas de más y de perderme un poco, llegué al lugar. Y ahí comenzó lo mágico, lo que quiero contar. Porque apenas entré en el lugar, me encontré con que todos me conocían, todos me saludaban y hasta me contaban historias, como si las hubiéramos vivido juntos, como si fuéramos de hace tiempo amigos y eso que estoy hablando de personas con las que jamás había hablado y mucho menos visto. Y era grato pero extraño, porque yo también las sentía cercanas, pero no de red social y avatares, cercanas de la vida, de personas a las cuales les conoces los defectos y las virtudes. Sabía historias de ellos, entendía sus códigos y sus comportamientos.
Y ahí comencé a darme cuenta, a encontrarle la explicación a esta situación. El creador de todo este momento había sido el, a base de anécdotas e historias, las nuestras narradas a ellos y viceversa. Se ve que, uno después se da cuenta, que las narraba con tantas ganas y las disfrutaba tanto, que entre cuento y cuento iba creando el vínculo que nos unió a todos, a los de acá y a los de allá sin siquiera habernos conocido. Esto, muestra a las claras, lo importante que son los lindos momentos vividos y de lo bueno que es juntarse a recordarlos y repetirlos una y otra vez y para siempre, inclusive hasta adueñarse de uno que no es tuyo. Y de tanto en tanto ir viviendo algunos otros, como para renovarse, vio.
Y ahora se fue bastante lejos, y nosotros no fuimos. Pero te aseguro que ya estamos haciendo nuevos amigos.

Gerar

Recordando, me pasó algo muy similar con un amigo que por cuestiones de la vida se había ido a vivir a la localidad de Jovita, donde yo tampoco conocía a nadie. Situación parecida fue la que viví en aquel pueblo cuando lo visite en víspera de su cumpleaños.
Pero parece que nada es casual, porque los dos son muy parecidos en varios aspectos.