Cosa de Pueblo

Gracias por visitar el blog! Intentamos desde aquí, realizar una modesta recopilación de anécdotas, relatos, historias de nuestros pueblos y sus incomparables personajes, que desde pequeños hasta hoy, seguimos oyendo y nos causan tanta gracia. Si querés participar con tu recuerdo, envia un mail a: materialdepueblo@yahoo.com.ar Nota: Pedimos disculpas si alguien se siente ofendido por los relatos y/o nombres vertidos en este blog, no es nuestra intención. Gracias por su comprensión.

domingo, junio 29, 2008

Todo hecho

El desaparecido vecino de Huinca Renancó, Forastello, alquilaba una casita al señor Turín. Cierto Domingo a las diez de la mañana, llegó una comitiva y golpeó su puerta. Se trataba de los Pentecostales, religiosos que luego de su servicio hacen obra de difusión en los barrios para lograr mas adeptos.
Apenas abierta la puerta y percibiendo de quienes se trataba, Forastello, hombre de poca paciencia les intimó: -Miren, yo no creo en nada, ni en santos ni religiones, pierden el tiempo conmigo, yo estaba durmiendo y ustedes me han despertado, asi que váyanse por donde vinieron. El voluntario, no se dejó intimidar y respondió: -Pero hermano, los domingos son días de recogimiento y usted sabe que son días de alabar a Dios. Y viendo la impaciencia de Forastello le siguió: -A ver, dígame (y abriendo los brazos y señalando alrededor le dijo) ¿quien ha hecho todo esto? Y Forastello, nada lento, retrucó: -Ahhhhhhhh no sé, habrá sido Turín, yo cuando vine acá ya estaba todo hecho.

Ana María.

domingo, junio 22, 2008

Chorros beodos

Don Farías cerró la carnicería a las 21 hs.; era Navidad y el también tenía que festejar. Apagó las luces y se marchó a la casa luego de asegurarse que todo estaba en orden. Pero los ladrones que nunca duermen ni descansan, habían observado que en el patio existía una puerta que podía abrirse con facilidad. De modo que entraron por ahí para poder, a su gusto, tomar algunos artículos para ellos también, celebrar Navidad. Así que con cuidado, fueron llenando dos grandes bolsas de arpillera (que llevaban con la idea de colocar de todo un poco) con todo lo que tenía la carnicería almacén. De esa forma, fueron a parar a la bolsa mortadelas, salamines, quesos varios, aceitunas y algunos cortes de costillas y carnecitas para el asador. Mientras cumplían con su "trabajo", iban refrescando la garganta y porque no celebrando por anticipado la Navidad con una heladita botella de Gancia que encontraron entre sidras y vinos. Cuando las bolsas estuvieron bien cargadas, varias botellas vacías quedaban en el local... Perooo, tenían que salir y sortear el obstáculo mas importante, el tapial que debían saltar para huir prontamente antes de ser descubiertos. El Gancia había hecho su efecto y resultaba difícil escalar lo que parecía una montaña. Arrojaron entonces las bolsas cargadas por encima del tapial, con la idea de treparse y cruzar ellos luego -"misión imposible"- al parecer, el estado físico no respondió y así, tuvieron que resignarse al "dormir la mona", al fresco, en el fondo del patio, hasta que pasara el efecto etílico.
Al llegar Don Farías la mañana siguiente al negocio, encontró todo revuelto y notando las faltas de las mercaderías, llamó de inmediato a la policía. Abrió la puerta que daba al patio, y vio que en el fondo del mismo contra el tapial estaban los dos dormilones, ya se había dado cuenta de la situación, y llegando la policía se llevó a los festejadores. (recogiendo también, del otro lado, las "pruebas del delito")
Cuando Don Farias fué a reclamar sus pertenencias a la comisaría, las pruebas se habían reducido, y alli quedaban alguna que otra sidra, y algunos paquetitos de garrapiñadas.

Ana María.

jueves, junio 12, 2008

Al pasar en Huinca

Respuesta de un comerciante huinquense ante una solicitud de inspectores de DGI.

-A mi no me vengan a joder, no tengo nada que ver con ustedes, yo trabajo todo en "negro".

Al parecer para el señor, trabajar en "negro", era una opción de negocio.

Gerar.

Ladrón de leña

En los días de invierno, casi en la totalidad de los pueblos del interior del país se utilizan las estufas a leña y también las llamadas cocinas "económicas", como insustituible fuente de calor seco y prolongado.
La gente hace acopio de troncos y ramas de árboles viejos que caen por las tormentas, por renovación de árboles viejos o como producto de desmontes.
Ocurrió que en Simpson (Maisonnave), había en cierto barrio un ladrón de leña, la familia damnificada observó que día tras día la pila bajaba y bajaba, sin poder siquiera darse cuenta quien era quien sustraía el tan preciado elemento.
Un día, en el taller del vecino Tossoni se les ocurrió darle su merecido al sustractor. Se tomaron unos troncos y con una mecha bien gruesa, se le hizo un orificio, donde se les colocó un cartucho con un poco de pólvora para darle un buen susto al ladrón y así descubrir de quien se trataba. Se colocaron prolijamente los troncos en la pila del vecino que aseguraba que se trataba de alguien que vivía muy cerca. Una mañana de frío invierno -esos días de niebla, grises y destemplados- con temperatura bajo cero, se escuchó una fuerte explosión, ¡para que!, salió todo el vecindario afuera, las mujeres y los niños asustadísimos ya que pocos sabían del "plan"...dicho y hecho. El vecino comprometido salió apenado de la casa, la explosión no solo fué tremenda sino que causó un fuerte impacto en la casa, rompiendo toda la cocina. Lamentando el suceso, los autores de la penalidad no tuvieron mas recurso que contribuir a construir nuevamente y reponer los daños causados por el "castigo".

Ana maría.

martes, junio 03, 2008

Sin Evidencia

Cierta noche, el "Tumbao" y el "Morsa" fueron a la estancia de Boero de cacería, como hacia mucho frío, no dieron muchas vueltas y para volver con algo, "cazaron" un cordero gordo que trajeron en un carrito enganchado a la moto. Con todo bien guardado, volvieron al pueblo, pero sin percatarse que esa noche justamente estaba la policía de control a la entrada, cerca de la Virgen, y sin más tuvieron que detenerse. Interrogados acerca de lo que llevaban en el carrito y sin poder aclarar la procedencia del animal, se los llevaron detenidos a la comisaría de la localidad. Por la mañana, los presos solicitaron con urgencia un abogado para esclarecer el caso y salir en libertad. Presentándose allí el Dr. de inmediato se procedió a las preguntas de rigor; como se había producido el hecho. Una de las preguntas fundamentales fué ¿Dónde está el "Cuerpo del delito"? es decir, lo robado... A lo que los policías, mirándose entre si, no respondieron, razón por la cual el abogado insistió en la pregunta. El policía tuvo que informar que el requerimiento no podía ser satisfecho. La noche anterior; el cordero se había convertido en asado.
Desaparecida la evidencia, los sobreseídos fueron puestos de inmediato en libertad.

Ana María.