Cosa de Pueblo

Gracias por visitar el blog! Intentamos desde aquí, realizar una modesta recopilación de anécdotas, relatos, historias de nuestros pueblos y sus incomparables personajes, que desde pequeños hasta hoy, seguimos oyendo y nos causan tanta gracia. Si querés participar con tu recuerdo, envia un mail a: materialdepueblo@yahoo.com.ar Nota: Pedimos disculpas si alguien se siente ofendido por los relatos y/o nombres vertidos en este blog, no es nuestra intención. Gracias por su comprensión.

jueves, junio 28, 2007

Los Merengues de Madonna

Por mas que los pueblerinos emigremos de nuestro terruño en busca de un futuro próspero y/o por otras circunstancias y en el transcurso de ello cambiemos nuestros hábitos, nunca perdemos las mañas. Nuestros relatos, historias, suelen ser alimentadas por otros temas que tienen que ver más con las grandes ciudades, con eventos de otra magnitud, pero a pesar de todo esto y como se confirma con esta anécdota -no se confunda amigo- la esencia es la misma.
Cuenta Fernando Boyero en una reunión de viernes (En el departamento de Marconetto), que estando una mañana de domingo realizando su rutina del día, leyendo el diario sentado en su balcón de un primer piso, ve que debajo y frente a una panadería para una trafic Negra; al instante se bajan de ella dos guardaespaldas que custodian el paso de una dama que entra al lugar. Impresionado por tal hecho mira obnubilado lo que esta sucediendo, y apenas el vehículo se retira, baja, y va a hablar directamente con el que atendía la panadería preguntándole lo siguiente: -Decime maestro, ¿Qué llevó esa mina?
A lo que el pibe si entender mucho, le responde: -Y, llevo unos merengues con dulce de leche…
Asombrado de que el panadero no conociera tal personaje, le dice: -Pero… ¿Y vos no te diste cuenta?, ¡¡¡Era Madonna!!!
Resulta ser, que según trascendidos y lo que comenta Boyero, a Madonna le gustaban los merengues con dulce de leche de esa panadería.

Creer o reventar… Comiendo Merengues.

Gerar.

Al pasar en Parera

A Batata Lavesini.

-Batata, ¿viste que aumentó la nafta?
-No se che, yo siempre cargo diez pesos...

De una reunión, guiso de mondongo de Roy.

martes, junio 26, 2007

La pérdida

Don Francisco Morra, padre de Tito, Susana, y Esther, era una persona muy cordial pero muy respetuosa. Era un gran conversador y amigo de relatar anécdotas de Parera, su pueblo natal. Muchas veces estas eran muy graciosas, y, mientras las contaba el también reía a veces saltándosele lágrimas de los ojos, actitud que hacia que los escuchas se contagiaran de su vivacidad.
Relató que en cierta ocasión siendo el, muchacho, hubo de ser partícipe de un hecho que, de no ser por lo ocurrente de la situación podría haber resultado casi macabro.
En una noche de invierno, falleció un familiar en la casa del campo donde vivían. Consultados los parientes allí presentes se decidió llevarlo a Parera para su velatorio. Como se trataba de una persona de contextura física grande, lo cargaron en el breque para trasladarlo al pueblo. Como se sabe el breque, tiene una puerta tipo compuerta, que en esta ocasión particular hubo de dejarse abierta pues sobrepasaban los pies del difunto.
Era una noche oscura y la única iluminación era un farol que se llevaba en parte delantera. Por ese entonces (y ahora también) los caminos eran de huella profunda, el traqueteo del viaje, el trote de los caballos, hizo que el cuerpo se fuera deslizando hasta que cayó del vehículo...
pasado el rato, los que lo transportaban (entre ellos Don Francisco), se percatan que el cuerpo no está, regresan , y vuelven a subir el occiso al breque... esta vez vigilando que no volviera a ocurrir la caída.
Al llegar al Pueblo, ya avisados que en el campo había fallecido un amigo, vecinos y algunos parientes se encontraban esperando la comitiva...al ingresar uno de los que alli recibían, se acerca y dice con profundo desconsuelo: -"Lamentamos la pérdida"... A lo que rápidamente uno de los transportadores exclamó: -"¡No, si lo encontramos!"...

Siempre recuerdo esta anécdota pues cada vez que lo hago, me produce risa y recuerdo con alegría a esta inolvidable persona

Ana María Sixto.

lunes, junio 11, 2007

El Pianista Elías

Nos cuenta Hugo "Bumba" Viano, que Don Elías Carcer era un pianista aficionado y su ejecución era, alabándolo mucho, solamente regular. En una oportunidad estando en una fiesta familiar este Sr. comenzó a tocar el piano y a los demás no les quedó mas remedio que escucharlo. Luego de una interpretación su esposa aprovechando un momento de silencio, le dijo:
-Hay Elías, ¿por qué no tocas ''La cumparsita''?
A lo que el le que respondió algo ofendido:
-¿¡Y qué es lo que acabo de tocar mujer¡?
¡Ni la Sra. lo había entendido!

Adrián.

Leche con agua

El amigo víctor (casualmente el mismo que de grande fue camionero) a los 12 o 13 años hacía un pequeño reparto de leche de unas vacas que ordeñaba su padre, lo hacía en un triciclo a pedal bastante pesado por cierto pero se las ingeniaba para cumplir con el trabajo. Muchas veces paraba a inflar las gomas en una gomería del pueblo cuyo dueño siempre encontraba la forma de gastarle alguna broma. En una oportunidad al llegar, Víctor se encontró con un pequeño charco con algo de espuma producto de las necesidades liquidas de un caballo que había estado parado poco tiempo antes en el lugar, mientras le inflaban las gomas al sulky que tiraba; intrigado preguntó que era eso y el gomero le dijo: -!No sabes¡ hace un rato acá estaba Benedit (el otro lechero) y lo agarraron los de bromatología con la leche con un poco de agua, así que se la hicieron tirar en la calle. No se sabe como estaría la leche de Víctor pero al escuchar esto se volvió inmediatamente a la casa.
En otra ocasión llevaba en su carrito varias botellas llenas de leche de las cuales cuatro tenían atada una pequeña cinta roja en su pico, interrogado en la gomeria por la causa, inocentemente respondió: -Esas son para los que son medio lerdos para pagar y Papá les pone la cinta por que tienen mas agua que las otras.

Adrián.

jueves, junio 07, 2007

Choclos

Una de las formas de hacerse unos pesos en las zona es la venta ambulante de maíz o choclos. Para ello lo que se dedican a este negocio recolectan el producto a vender de campos ajenos, generalmente cercanos al pueblo donde se realiza la comercialización.
Esto sucedió en Huinca que no es la excepción en este tema. Un muchacho pasó por la casa de Fioramonti (Un vecino de la localidad que tenía su casa quinta en la salida del pueblo hacia Villa Huidobro) y viendo que la señora estaba afuera, se le acercó y le dijo:
-Hola Doña, ¿no me compra unos choclos?
La señora tomó uno de la canasta que llevaba el vendedor y con vos insinuante le respondió:
-mmm, ¿estos no serán de mi maizal?, ¿no?
-No señora, ¡a los de usted todavía le faltan como quince días!

Gerar.