Cosa de Pueblo

Gracias por visitar el blog! Intentamos desde aquí, realizar una modesta recopilación de anécdotas, relatos, historias de nuestros pueblos y sus incomparables personajes, que desde pequeños hasta hoy, seguimos oyendo y nos causan tanta gracia. Si querés participar con tu recuerdo, envia un mail a: materialdepueblo@yahoo.com.ar Nota: Pedimos disculpas si alguien se siente ofendido por los relatos y/o nombres vertidos en este blog, no es nuestra intención. Gracias por su comprensión.

lunes, abril 30, 2007

Un armadito

Que el amigo Carlos Aimar es una gran persona lo dice todo el pueblo, que es un admirador de todo lo gauchesco y tradicional también pero en algunos temas de actualidad se le ''escapa la tortuga ''.
Esto quedó demostrado en ocasión de unas carreras en el hipódromo de Huinca Renancó, mas precisamente en el bar del mismo. Mientras Carlos y sus amigos se en contraban en una mesa tomando unas copas, cerca de ellos y apoyado en la barra se encontraba un joven con signos evidentes de que lo que estaba fumando no era precisamente tabaco, ya que sus ojos por momentos perdían la coordinación en forma increible. Todos menos el habían notado su presencia y en momentos en que el joven se empezaba a armar un segundo ''porro'' uno de los amigos le dijo: -Carlitos, mira. Y Carlos, todavía sin entender se levantó, fue hasta el joven, y empezó a palmearlo diciendo: -Ahí tienen, para que no digan que la juventud no sigue los viejos ejemplos, ¡Así me gusta carajo!, joven y fumando armado, ¡esos son hombres!

Adrián.

miércoles, abril 11, 2007

Mentira infantil

Esto es (según algunos de mi flia.) una mentirita infantil, y habría sido obra de una de mis tías (mi madrina para mas datos) y aunque ella siempre lo negó, y mucho no le va a gustar, lo vamos a hacer público por que sabemos que es una visitante de ''Cosa de pueblo'' y tiene un excelente sentido del humor y de paso nombramos al ''Mudo" Mostacero, un vagabundo sordomudo que vivió en Parera hasta el año sesenta y pico y era apreciado por la mayoría del pueblo.
Hace un tiempo bastaaaaaaaaaaaaaaaaante largo -no vamos a decir los años- esta tía que era de corta edad, en una pelea con su hermano recibió un raspón en la frente, dado lo cual su madre, con toda la paciencia de la que eran capaz nuestras abuelas, la limpió, la desinfectó y le colocó lo que ellos llamaban ''un tutito'' que consistía en una gasa doblada y dos pequeñas tiras de cinta adhesiva. Luego de esto, la niña con su herida curada salió a la vereda ansiosa de que pasara alguien y le preguntara que le había sucedido. Después de estar un buen rato en la vereda (en Parera hay poca gente hoy, imagínense en esa época) entró de nuevo a la casa con la siguiente historia: -¡Mami, mami! paso el "Mudo" Mostacero y me dijo, ¡Qué linda que estas hoy con ese tutito en la cabeza!

Adrián.

martes, abril 03, 2007

Carreras de galgos

El increíble ''Taponazo''

Había por estos pagos, hace unos pocos años, un galgo muy rápido y habilidoso en la caza de la liebre, pero que jamás había incursionado en las carreras de galgos. Un día, su dueño, convencido por sus amigos y aprovechando unas competencias que se hacían en un improvisado canódromo instalado detrás de la feria, decide anotarlo en una carrera para principiantes. Consiguió alguien de confianza para que se lo acomodara en las gateras y el se ubicó en pose de espectador a unos 20 mts. antes de la llegada para ver como terminaba su querido ''Taponazo'' (tal era el nombre del perro). El debut no pudo ser mejor ya que al promediar la carrera de 200 mts. este venía ganando por un amplísimo margen y tan amplio era que al acercarse al final, su dueño, preso del entusiasmo lanzó el conocido grito: -¡Vamos “Taponaso” que todavía! Lo que hizo que el perro, al reconocer la voz de su dueño, abandonara la carrera para ir a expresarle tiernamente su cariño.

''Furtivo'' el hambriento

Furtivo era un conocido galgo de Ingeniero Luigi que había ganado varias carreras en la zona y ya era bastante conocido en el ambiente. Como los dueños veían que su perro aumentaba el nivel en cada competencia empezaron a cuidarlo de manera más profesional, y como ''Furtivo'' tenía tendencia a engordar un poquito, empezaron con una dieta especialmente formulada para la alta competencia. Pero este animal, que siempre había comido en forma “natural” esta nueva manera de alimentación lo ponía muy ansioso y con muchas ganas de mandarse un buen ''cacho'' de carne.
En ocasión tras disputarse una carrera en Caleufú, sobre la distancia de 300 mts., ''Furtivo'' largó en punta pero a la mitad de la pista un viento cruzado hacia pasar por esta, el glorioso humito que entregaba una parrilla llena de chorizos a medio asar, por lo que el perro ensayó un gran ''derrape'' para, luego de saltar el tejido, aterrizar justo enfrente de la parrilla, abandonando así la carrera para la cual había sido debidamente preparado.

Adrián.