La Pipa Asesina

Esta historia se contaba en mi familia como cierta, aunque despierte grandes dudas.
El protagonista fue mi bisabuelo Lorenzo Barrio, español y gran fumador de pipa. El acostumbraba llevar el tabaco de la misma suelto en el bolsillo derecho, de esos sacos de gabardina color entre grisáceo y celeste, que usaba mucho la gente de campo antiguamente.
En una ocasión su hijo Joaquín (gran aficionado a las armas) adquirió un rifle calibre 22 LR marca Diana, de un solo tiro. Cierto día decidieron salir con su padre para probarlo y de paso cazar alguna liebre, ya que en esa época se vendía el cuero de este animal a buen precio. Al salir Lorenzo coloco descuidadamente un puñado de balas sueltas en el mismo bolsillo en el que tenía el tabaco y… Sucedió lo inesperado; sintió ganas de fumar, sin mirar metió la pipa en el bolsillo, la llenó usando el dedo pulgar y no se dio cuenta que quedo un proyectil dentro de la pipa; la encendió, le dio una gran pitada y al bajarla se escucho la explosión y simultáneamente el grito desgarrador de Francisco, alcanzado por el proyectil, gracias a Dios, en un hombro.
El problema continuo porque al llegar al pueblo, el médico que lo atendió, al ver que era un disparo, dio parte a la policía que se llevo detenido a Francisco. Inmediatamente le tomaron declaración y al solicitarle la entrega de la "carabina" este se negó rotundamente, aduciendo ante la incredulidad de la policía que lo único que les entregaría era la pipa y esto, a alguien tan porfiado como el, era imposible discutírselo.
Así fue como comentan que durante años en la sección de armas incautadas de la policía de Gral. Pico se lucía entre revólveres, escopetas y facones, la inolvidable pipa del abuelo Francisco.
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