"Chancho Movil"

En Huinca Renancó, no dejan de sorprendernos los ingeniosos trabajos que realizan algunas personas y que forman parte de la agradable vida pueblerina. Aunque muchos digan que es aburrida, la vida en los pueblos se nutre de entretenimientos y pequeños placeres que dan forma a esa alegría compartida.
Los domingos suelen ser aburridos, en el campo, en la ciudad, en los pueblos, donde sea..., sin embargo, siempre hay algo que rompe la monotonía.
Comenzó a funcionar en Huinca, las tardes de domingo, un sorteo de lo mas original que convocó a gran parte de la población, se trataba del famoso "Chancho Móvil".
Un camioncito lleva encima una parrilla asando un lechón, haciendo un recorrido por todos los barrios y vendiendo números a los vecinos que se acercan atraídos por el seductor aroma del lechón sabiamente adobado que estimula los estómagos de los vecinos. El recorrido, que se hace en forma despacio, va concitando la atención de todos, quienes aspiran a ser los ganadores de la rifa que se hace, luego de casi 3 o 4 horas, cuando esta a punto.
El Lugar del sorteo es el la Plaza San Martín, frente a la terminal, donde muchos se acercan para ver su número favorecido. A veces hay suerte a veces no. El afortunado o afortunada propietaria, se llevan no solo la cena, sino todo lo que se le agrega a esta magnífica propuesta que rompe con la placidez de las tardes y lleva un nota de color para la noche del domingo, que sin duda el ganador, sabe apreciar muy bien, degustando no solo el apetitoso plato, sino los vinitos que lo acompañan.
Una buena idea para compartir ¿no?
("El chancho móvil "funciona, siempre y cuando ¡haya buen tiempo!)

Ana María Sixto

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Nos cuenta Daniel (un abuelo de Parera) que su nieto Fermín con sus 5 años era un fanático de las compu y para su corta edad sabia bastante. Los padres de Fermín son una Flia. totalmente atea y por lo tanto el niño no tenía ni idea de lo que era una misa. Un día fue a la iglesia con su mamá ya que había sido invitado al bautismo del hermanito de su mejor amigo del jardín y estuvo muy callado pero atento a todo lo que para el eran grandes novedades. Se ve que le llamó mucho la atención escuchar tantas veces ''amen'' ya que al salir preguntó: -Mami, yo digo ¿El amen? ¿Es como el enter de la compu, no?

Adrián.

No hay mal que por bien no venga o desgracias con suerte

Tres casos de los pagos de Pichi Huinca relatados por ''Malaco'' Hernández.

Un amigo suyo le comentaba en una oportunidad: -Esto es una desgracia con suerte, fui a enterrar a mi señora y a la vuelta encontré un rebenque.

Otro amigo, cuando era chico, le comentaba: -No hay mal que por bien no venga, papá murió pero aprovechamos el acompañamiento para andar en auto.

Cuenta que en una ocasión un gringo del pago tuvo una fuerte discusión con su Sra. y en un acceso de ira la asesino de un martillazo, luego de esto la tiro al pozo, que tenía como 100 mts. de hondo y fue a hacer la denuncia de la desaparición de su esposa. La policía luego de una corta investigación sospecho del gringo, lo ''apretaron'' un poco y enseguida se declaro culpable y le indicó a la policía donde estaba el cuerpo de su Sra., lo esposaron al molino y dos agentes empezaron a bajar al pozo, cuando estos se encontraban abajo el gringo les gritó: -¡¡¡Aprovechen que bajaron y ''traigamen'' el martillo ''bulita'' que se me fue con la vieja!!!

Adrián.

El Padre Veggis

El fin de semana pasado viaje a Huinca y mateada por medio, hablando de temas religiosos, salieron a colación y como quien no quiere la cosa, algunos dichos del Padre Veggis, que fuese (hace mucho tiempo atrás) Párroco de la iglesia de Realicó y que en ciertas ocasiones, por lo que comentaban en dicha reunión, daba misas en los pueblos aledaños. Cuentan que era un hombre corpulento de voz "potente" con acento italiano y por los (ahora graciosos) dichos, tiene que haber sido una persona muy frontal y que no sigilaba en decir absolutamente todo lo que pensaba.
Ojalá este post funcione como disparador y recibamos mas anécdotas de este gran personaje.

Aquí Algunos dichos:

-"Pa´llevar la cruz no hay hombres, pero pa´llevar los cuernos, bien que los llevan todos"

-"Hay mujeres que vienen a la iglesia propiamente pa´atarlas al sulky"

En referencia a una persona que habia muerto. -"Ma, si no hizo ningún bien, mal no hizo tampoco"

-"Este pa´lo meno no se murió común caballo, pa´lo meno me llamó para que le haga la extremaunción"

Gerar.

Doña Pilar

Teníamos en Parera hace unos cuantos años a una gallega tan buena persona como dura para hablar que nos dejara varias anecdotas por sus particulares interpretaciones de las cosas.

Allá por principios del '60 cuando en un Concilio Ecuménico se cambiaron varias cosas en la religión católica en lo que se refiere a la forma de dar misa y la decisión que estas no fueran mas en latín, Doña Pilar que como buena católica se había interesado en el tema, dió la siguiente explicación: -Acabo de enterarme como es el tema de la iglesia, en Roma se han reunido los papas de todas las naciones en el "consejo económico" y van a cambiar toda la religión, por ahora dejalos, ya veremos a quien rezarle.

En una ocasión, hablaba de una persona conocida que padecía unos dolores de cabeza muy fuertes y había ido, sin éxito, a varios médicos.
-Me parece que a la Dorotea le encontraron la solución del dolor de cabeza.
-¿Si?, le preguntaron ¿Qué era?
-Y, mira hijo, le han dicho que deje de tomar tantos ''antíbiotos'' y vaya a ver a un ''trisiaca'' por que los problemas de ella son ''sísmicos'' .

Adrián.

¡Perdimos al Sando!

Uno de los grandes amigos del hombre, es sin duda el perro. Esta es una de las historia de uno de ellos...
Recibió hacen unos cuantos años, Kico Sixto un cachorro negro, lustroso, que, desde el principio se veía bien robusto. Era una extraña mezcla de perro común con algo de Rotwailer (aunque mas alto) y con una mirada muy dulce. Por supuesto, imposible determinar la raza: era perro-perro.
Demás esta decir que apenas arribado por ser cachorrito, la familia, los chicos de Kico y el abuelo, se encariñaron con el pequeño animal. Luego de varios cabildeos se decidió llamarlo SANDOKAN. Nombre ilustrativo, porque la imaginación de los chicos desbordaba creyendo que el perro sería muy aventurero y temerario. Nada equivocados, así lo fué. Pero, como a la gente mas joven se le complicaba el Sandokán, se le acortó el nombre, quedando simplemente y para todos, SANDO.
Rápidamente se incorporó a la vida de la casa, participando de todos los eventos, aún los mas riesgosos. Tales como; guardián, corredor de gallinas, anticipando visitas con ladridos, o a veces peleando con algún perro vecino.
Cierto día que Kico y Raúl -exclamando en complicidad la frase "¿Vamos a los chanchos?"- decidieron ir a un campo cerca de La Nacional, (lugar donde, según se decía había grandes piaras de jabalíes) Raúl, a quien se le otorgaba el título de conocedor de lugares de caza y además de ser experto en esos menesteres, además de ser amigo de puesteros de estancias de la zona, donde hubiera montes tupidos.
Reunieron todos los elementos necesarios, escopetas, carpa, frazadas, bolsas de dormir, leña asado, la infaltable damajuana etc., creando gran expectativa en el SANDO que cada vez veía como todo estaba casi listo y el aún no había sido convocado.
¡Que decir cuando se lo incorporó a la partida! saltaba, ladraba y se entrometía, cosa que molestaba bastante a todos.
Se había establecido una gran comunicación entre ellos y SANDO, creciendo en importancia para el fin de la cacería de los chanchos.
Pues bien, fue la comitiva, pasando una noche expectante, esperando la aparición de jabalíes (a veces aparecían, a veces no) pero siempre se regresaba con alguna martineta, perdices, alguna liebre o vizcacha.
El regreso era agotador, cargar todo y volver, cuidando que SANDO, atrás de la camioneta, se quedara quieto para no caer. En el camino a Cañada Verde, casi llegando al pueblo, Raul, se percató que faltaba ¡SANDO!, de inmediato, se emprendió el regreso, preguntándose si había subido, si se habría tirado apenas al salir, las conjeturas eran muchas.
Como desde Cañada a La Nacional era como 20 km. se suponía que SANDO no estaría muy lejos... Anochecía y ya todos, entre preocupados y entristecidos, volvían pensando lo peor. Ya era noche cerrada y muy oscura, muy fría y había seca, razón por la cual se levantaba una densa nube de polvo. Haciendo un buen trecho, uno diviso, a los lejos a la luz de la camioneta un brillo, sentado en el medio del camino y mirando de frente, estaba SANDO, quietito, esperando, ¡sabedor que sus dueños volverían a buscarlo!
Extraña experiencia. Porque sin duda el perro al caer, siguió las huellas del vehículo, y al cansarse se quedó mirando el camino esperando el rescate...
Luego del feliz reencuentro, llegaron las amonestaciones, pero no fueron muchas, ya que la cola de SANDO no dejaba de moverse para demostrar el agradecimiento de haber sido encontrado.

Ana María Sixto.